José Luis Sánchez Martínez, ha sido nombrado nuevo Pastor de l’Església Evangèlica Baptista de l’Escala
“Sabemos, además, que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.” Romanos 8:28.
Imagen restrospectiva del Pastor Rubén Gil (derecha), al lado de José Luis Sánchez (izquierda), nombrado hoy Pastor de l'Església Evangèlica Baptista de l'Escala.
Hoy hemos tenido nuestra Asamblea de Iglesia, donde el tema principal era la elección del nuevo Pastor de la Iglesia. En un acto de tranquilidad, concordia y de
buen entendimiento, hemos podido dar nuestro voto al que ya fuera designado
como su sustituto, por el mismísimo Pastor
Rubén Gil, quién durante muchos años de trabajo pastoral, había visto en José Luis Sánchez, la persona idónea que
seguiría con la labor que él había realizado durante más de 20 años.
José Luis Sánchez, conocido por muchos como nuestro querido “Pepelui”, venía de la Iglesia de la
Barceloneta, donde se había formado para estos menesteres, primero, como un
buen seguidor de Cristo, y segundo, realizando sus pinitos como pastor, desde donde
testificaba incansablemente lo que el Señor había obrado en su vida, significativamente,
de cuando decidió cambiar el “vino de
este mundo por el vino que representa la sangre de Cristo”.
Desde su llegada a l’Escala, él y su familia han asistido a esta Iglesia, dedicándose de pleno a colaborar con el que hasta ahora fuera Pastor, Rubén Gil. Su dedicación y trabajo durante todos estos años, ha hecho posible la confianza de una congregación que ha visto en él, el relevo pastoral y la continuación de una nueva etapa en la dirección de esta entidad religiosa que durante muchos años ha subsistido a todas las adversidades.
El Pastor José Luis Sánchez, acompañado de su esposa Isabel Tolosa, fotografiados en la puerta de la Iglesia.
José Luis Sánchez se caracteriza por la sencillez en la predicación en sus mensajes dominicales, sabe llegar a sus oyentes, e intenta llevar la Palabra gracias al poder del Espíritu que obra en él, y sin perder el norte, no deja de invitarnos a seguir el Camino que él considera una “grata experiencia”, la que nos puede salvar, la que nos redime del pecado, insistiendo en lo importante que es para el ser humano “Vivir con Cristo”.
No es fácil pisar y ocupar
un espacio tras el púlpito, sintiendo la mirada de los que te observan; dirigir
un mensaje, hablar con propiedad, con seguridad, con conocimiento, con o sin las
eventualidades propias del ser humano; mostrarse tal como eres e intentar
llegar a los que te oyen, que juzgan y opinan por lo que dices y del cómo lo
dices. No es fácil, y considero que sólo lo pueden hacer aquellos que están
llamados a esta tarea, aquellos que han sabido descubrir y encontrar ese preciado
presente que nos ha sido entregado por nuestro Dios, el Don que sólo un seguidor de Cristo sabe descubrir en su persona, y
José Luis lo ha descubierto y lo demuestra cada vez que nos trae el mensaje de
la Palabra de Dios.
José Luis, desde estas líneas queremos desearte un futuro de colaboración y de
confianza de una Iglesia que te agradece tu sumisión a esta responsabilidad pastoral,
apoyado por la confianza que hoy se te ha demostrado, por la confianza que conseguiste del propio Rubén Gil, así como por los miembros de esta Iglesia, que por unanimidad todos han dicho “Sí” a la votación propuesta por el
Consejo de Diáconos, finalmente aprobada en Asamblea.
José Luis, no estrenas traje, el traje ya lo llevas
puesto desde hace un tiempo, pero la oficialidad hace que las cosas se vean de
otra manera, y por esto, deseamos y pedimos a nuestro Dios, la fuerza que sólo
Él puede darte en tu vida, tanto personal, como pastoral. Ahora es el momento
de ver al “Pepelui” amigo de siempre; al “José Luis”, hermano en Cristo que
comparte cordialidad y hermandad; y al “Pastor José Luis”, que sabrá orientarnos
y guiarnos por el camino que le será mostrado por nuestro Dios.
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