“LA TAREA NO HA TERMINADO”
Hasta hace un tiempo,
nuestra Iglesia gozaba de la edición de un Boletín, su nombre “Enoc”, nombre elegido por nuestro
Pastor Rubén Gil. En su número 33, de mayo del 2008, se publicó en su Editorial
un comentario al título de este artículo: “LA
TAREA NO HA TERMINADO”, un material extraído de una de sus obras, “Diccionario
de Anécdotas, Dichos, Ilustraciones, Locuciones y Refranes”, que valiéndose
de sus dotes periodísticas, realiza una exposición que nos convida a “realizar la Obra de Dios que nuestro ciclo
requiere”. ¡Vale la pena esta lectura!
Aún es posible
aproximarse a nuestro semejante si empleamos lo mejor de nosotros mismos con el
tacto suficiente. El médico no dice la
“verdad” al paciente terminal, y si lo hace, emplea el tacto y el vocabulario
adecuado.
La educación se adquiere.
“La abeja y la avispa liban las mismas
flores, pero no logran la misma miel” (J. Jouvert). En una palabra, la fe
no hace bachilleres. Decir “no sé nada” cuando nada se sabe, no es un signo de
humildad. Quién dijo: “Sólo sé que no sé
nada”, era un sabio y se llamaba Sócrates.
“Venid en pos de mi y os haré pescadores de
hombres”. ¡Qué gran escuela y que
gran Maestro! Pero, no podemos aplicar a los hombres de hoy los conceptos ni el
interés de las cosas eternas partiendo de las premisas del pasado, sino
adaptando, que no es sustituir, sino más bien modificar. Sin dejar más es Libro
por excelencia, sin olvidar las palabras sabias de la Biblia, sin prescindir
del Espíritu Santo, algo que se da por sabido, o debería serlo. Nosotros somos llamados en nuestro tiempo,
que no es el de Abraham, sino el nuestro, a realizar la Obra de Dios que
nuestro ciclo requiere.
Nadie, absolutamente
nadie, ha tenido más posibilidades de comunicación que nosotros en toda la
Historia de la Humanidad. En definitiva, “ir al pozo de Jacob es una hermosa
experiencia, pero, afortunadamente, hoy día tenemos agua corriente”. Nos toca a nosotros como
cristianos, llevar a cabo la tarea de la evangelización,
para ello nos hallamos en inmejorables condiciones para tal labor. No las
rechacemos con la idea de que éstos métodos no están descritos (la sorpresa
puede ser que sí lo estén), tan claramente como la luz del día…
Hay una frase que se
emplea para describir los esfuerzos inútiles, cuando se dice: “Los trabajos de Hércules”. Se refiere
a una empresa ardua, aunque generalmente se emplea en tono satírico, esto es,
para ridiculizar los esfuerzos que alguien dice realizar en empresas que en
definitiva no los requieren. No ha desaparecido el espíritu misionero (o no
debería desaparecer), sencillamente, lo que ha ocurrido es que ya no es
absolutamente necesario enviar familias a una tierra hostil, cuando es más
efectivo hacer esa labor de manera más eficiente y económica, usando métodos actuales
y visión realista.
“El hombre blanco” no es una novedad a los ojos de los moradores de
otros continentes. Es más, no tiene nada que enseñar en materia de progreso
técnico, ni humano. Lo que se necesita es
convencer de que terminó el expolio y compartir con ellos la fe auténtica de Jesucristo a cambio de
ese impresentable evangelio que les fue dado en el pasado.
Como dice Menéndez
Pelayo, refiriéndose al hecho: “Los
pueblos fueron evangelizados a cristazo limpio”. Presentando un mensaje
lleno de lo que nos “falta” más que de lo que nos “sobra”. Un mensaje que pueda
escucharse por seres a los que no enviemos a las “aldeas para que busquen
alimento…” Sino que les demos nosotros de comer, que va unido al mensaje
espiritual… ¡O así me lo parece!
Mi querido Rubén, cada vez que apareces en "antena" de las "redes sociales", tengo el gusto de decirte que "arrasas" en la cantidad de seguidores que "alcanzan" visualizar todas las noticias que tienen que ver contigo, y eso nos enorgullece saber que tiene que ser nuestro (siempre) incansable Pastor Rubén Gil, el que nos siga aconsejando desde estos medios de comunicación. Gracias con el corazón por tus siempre importantes consejos, como ejemplo éste: "LA TAREA NO HA TERMINADO".
ResponderEliminar